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Limpieza criogénica. Demostración con una máquina Kärcher

Martes, 22 de Noviembre del 2016

Limpieza criogénica

El mundo de la limpieza está sometido a constantes cambios y evoluciones. Las tecnologías más modernas consiguen aumentar la productividad e incluso la higiene al tiempo que reducen costes a ambos lados del contrato.

 

El uso de herramientas tradiciones de limpieza se ha visto en muchos casos pisados por nuevas técnicas cuya eficiencia y eficacia es mucho mayor a lo que conocíamos hasta hoy. En este contexto de desarrollo del sector, se nos presentó la oportunidad de conocer un sistema que está revolucionando, poco a poco y sin freno, la industria: la limpieza criogénica.

 

 

 

 

 

Antes de nada. ¿Qué es la limpieza criogénica?

Ten en mente el chorro de arena, porque la limpieza criogénica tiene un método parecido ya que se acelera un soporte en un flujo de aire presurizado y golpea la superficie para limpiarla o repararla. Llegados a este punto, todo lo demás es diferente.

 

La limpieza criogénica utiliza este aire comprimido para acelerar el hielo seco (o pellets) a alta velocidad. Estas partículas pasan de estado sólido a gaseoso al impactar contra la superficie a la vez que esta queda limpia y libre de sustancias secundarias. Entre las numerosas ventajas de este método podemos nombrar que es beneficioso para el medio ambiente y que, al tratarse de un proceso que no crea conducción de electricidad y está libre de humedad, es posible utilizarlo en sitios imposibles para otros métodos tradicionales.

Esta es la teoría. Pero, ¿y la práctica?

Comunidad de Madrid. Principios de noviembre. Comienza la tarde cuando llegamos a las oficinas de Kärcher donde nos esperan para hacernos una demostración de lo que la máquina Kärcher Professional IB 7/40 puede hacer por nosotros (y por nuestros clientes).

 

En el suelo, maquinaria sucia de todos los tipos. Pintura, aceite, óxido… todo lo que se nos ocurrió para poner a prueba a esa “súper máquina” que, según los expertos, puede con todo tipo de suciedad.

 

Nosotros, confiados pero siempre precavidos. Teníamos que verlo en persona. Y es entonces cuando comienza la demostración.

 

Después de añadir el hielo seco en pellets de 3mm, el hielo y el aire se mezclan en el sistema dosificador a la vez que se suministra aire comprimido por medio de una manguera. El cuestión de segundos, el chorro de hielo seco proyectado a través de la pistola, iba destruyendo la suciedad de la superficies hasta dejarlas completamente limpias.

 

 

 

¿Lo mejor? Vimos varias cosas que nos gustaron.

 

  • Primero, que no contienen contaminantes secundarios, ni es abrasivo, por lo que es un método completamente limpio y se puede usar en el sector alimentario (por ejemplo, en cocinas industriales).
  • Segundo, su rapidez y el hecho de que no haya que perder tiempo en desmontajes debido a que llega a cualquier rincón (en maquinarias por ejemplo).
  • Su grado de fuerza. Es decir, tiene niveles de energía para adaptarlo según el grado que necesitemos. De esta forma, podemos limpiar desde polvo hasta pinturas o aceites completamente incrustadas en la superficie que queramos limpiar.
  • No es inflamable, por lo que no tenemos que preocuparnos de que pueda estropear las piezas eléctricas o mecánicas y se puede utilizar sin riesgo de incendio.

 

Y si no crees lo que lees, siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras. Aquí la prueba.

 

 

 

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