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¿En qué consiste el pulido de suelos?

Martes, 12 de Enero del 2016

pulido de suelos

El pulido de suelos consiste en la devastación o rebajado para la restauración del suelo. Este tratamiento se realiza en suelos deteriorados por manchas imposibles de eliminar, arañazos profundos, resaltes o pequeños escalones entre las piezas, ennegrecimiento considerabe de los suelos o cualquier otra imperfección que pudiera tener el suelo.

 

El trabajo inicial de la pulidora consiste en ejercer una enérgica acción abrasiva sobre la superficie del pavimento, eliminando resaltes y nivelando las baldosas hasta convertir prácticamente todo el embaldosado en una sola losa uniforme y plana.

 

Una vez realizado este desbastado, se aplica sobre el pavimento una lechada de cemento colorado en función de la tonalidad que destaque en las piezas con el objetivo de tapar todas aquellas juntas y poros que pudiera haber.

 

Por lechada de cemento nos referimos a la mezcla de cemento, arena fina y agua que se utiliza para sellar fisuras o grietas en un enladrillado o piso, evitando así que se filtre el agua hacia las losas o techos.

 

Una vez fraguada esta lechada, se vuelve a pasar la máquina con abrasivos de grano más fino, repitiendo la operación hasta conseguir una superficie lisa, con porosidad casi nula y destacando la estructura del color y textura del pavimento. Al conseguir cerrar el poro de la piedra, el pulido de suelos es un tratamiento que proporciona mayor resistencia al ataque de agentes externos. Finalizado el pulido del suelo con la pulidora de pavimentos, se procede a pulir los bordes y zonas de difícil acceso, utilizando máquinas portátiles de tamaño reducido. Cuando el suelo está completamente seco se procede a la aplicación de cristalizadores que protegen y mejoran el abrillantado.

 

Este tipo de trabajo se puede aplicar tanto en suelos mal colocados o de mala calidad como en aquellos que tengan muchos años de tránsito personal. 

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